sábado, 15 de mayo de 2010

Uróboros: Semblanza de una Crisis Financiera (Viciosamente) Circular

Corren tiempos oscuros. Hasta el perenne optimismo de José Luis Rodríguez Zapatero se ha estrellado con la realidad de la última crisis del sistema capitalista de producción. Zapatero, según reportaba el diario El País el pasado día 13 de mayo, después de seis años de mandato como presidente del Gobierno español «atravesó ayer el Rubicón y cruzó una de las líneas rojas que él mismo había prometido no traspasar nunca: el recorte de gastos sociales».  Zapatero, en efecto, anunció en el Congreso que va a reducir el sueldo de los funcionarios una media del 5% este año y que no los subirá en 2011; congelará las pensiones el próximo ejercicio y suprimirá la ayuda de 2.500 euros por nacimiento (el famoso cheque-bebé), desde el 1º de enero. Con este conjunto de medidas, que se complementan con otra bajada de sueldo del 15% entre los miembros del Gobierno, cambios en las prestaciones de la Ley de Dependencia o recortes en la inversión pública y la ayuda al desarrollo, entre otras, el Ejecutivo español calcula que será capaz de cumplir el nuevo objetivo de reducción del déficit en cinco puntos del PIB de aquí al próximo diciembre.

Hasta donde llega mi corto entendimiento sobre tales cuestiones, este salvaje tijeretazo sobre el gasto público, aunque tardío, debería rendir efectos positivos sobre la atribulada economía española. El déficit influye en la colocación de la deuda pública española en los mercados internacionales. Si la deuda española no se vende, o alcanza un precio demasiado alto (como sucedió con Grecia), el Estado tendría gravísimos problemas de financiación para afrontar a corto plazo incluso las partidas de gastos corrientes (entre las que están, precisamente, las nóminas mensuales de los más de 3 millones de funcionarios públicos).


El problema estriba en que la mano invisible que mueve los mercados suele ser muy quisquillosa, y aún después de los drásticos ajustes al gasto público adoptados por la administración presidida por Zapatero, el Ibex 35 (principal índice de referencia de la bolsa española) cayó este viernes un 6,6 %. España parece irremediablemente atrapada en el perverso uróboros de la crisis financiera: los mercados no confían en la capacidad real de los gobiernos para realizar recortes presupuestales; los recortes obstaculizan la recuperación de la economía; y sin recuperación de la economía empeora el estado de las cuentas de los Estados.





Uróboros: La sepiente que se engulle a sí misma



¿Dónde empieza y dónde termina el círculo vicioso que impulsa la crisis financiera? Resulta curioso (para decirlo amablemente) que las soluciones planteadas para tranquilizar a los mercados rara vez afecten a los grandes capitales. Más de dos años después de la quiebra de Lehman Brothers (que tuvo lugar en octubre de 2008), aún no se han concretado las medidas necesarias para instrumentar un control público sobre los denominados hedge funds (también conocidos como «fondos de inversión libre»), que jugaron un rol crucial en el desencadenamiento de la actual crisis financiera. En suma, el panorama económico mundial invita a ceder ante la socarrona lucidez con la que El Roto, caricaturista de El País, resume la situación actual en la viñeta publicada el día de hoy:




La razón asiste a El Roto. En mayo de 2010, el espíritu de mayo del 68 parece absolutamente subvertido (¿o será mejor decir pervertido?): «¡La economía hace agua! ¡Arrojad a la población al mar!»  A menos que... la población apague el televisor (resulta ominoso que, un día después de que fuera anunciado el mentado tijeretazo, más de dos millones de espectadores se engancharan con el estreno de un reality titulado, justamente, «Mujeres Ricas»), afiance los pies firmemente en tierra, y se rehúse a abandonar la nave para salvar del naufragio a Lehman Brothers e instituciones anexas...

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